Ariadne Morales Arce
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A semanas de la elección más importante para nuestro país y nuestro estado, en dónde en Jalisco se elegirán 20 diputaciones de mayoría relativa, 18 diputaciones vía Representación Proporcional, 125 Sindicaturas, 125 Presidencias Municipales y 1231 Regidurias, empieza a sonar entre nuestros amigos, familiares y conocidos el término «Voto Útil», pero también los cientos de candidatos de todos los colores y partidos han decidido explotar ese par de palabras y decir que ellos son el VOTO ÚTIL y conforme se va acercando más la fecha del 6 de Junio comenzaremos a escuchar éste término por todos lados. Pero ¿Qué es el voto útil? ¿Quién es el voto útil realmente? ¿En realidad todos los candidatos que dicen ser el voto útil, lo son? Aún muchas personas preguntan y desconocen para qué sirve el voto útil y como hacer uso de él en las próximas elecciones. 

El voto útil en pocas palabras es emitir un voto por la opción que tiene mayor probabilidad de obtener el triunfo, aunque no necesariamente votar por aquél que tiene mayor probabilidad de ganar sea la opción por la cual el ciudadano se encuentre más convencido y/o prefiera si no que en la mayoría de las ocasiones es utilizado para evitar que gane un candidato o partido que se considera contrario o ajeno a los intereses del ciudadano. 

El voto útil es votar por el candidato que tenga mayor probabilidad y posibilidades de ganarle a aquél que va contrario a nuestra ideología y/o un candidato contrario a nuestros intereses y éste mismo pueda ganar por una mayoría de votos o un porcentaje mayor, así no haya sido nuestra primera opción desde un inicio. Éste término se ha fortalecido en su mayoría en sistemas electorales democráticos donde la competencia entre candidatos o por la existencia de un gran número de partidos y/o opciones ya acercándose los comicios el ciudadano tendrá que decidirse por qué opción es mejor.

Uno de los principales antecedentes en nuestro país que tenemos sobre el “voto útil” es en el año 2000 con el triunfo de Vicente Fox, en aquél entonces el candidato a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional logró mediante la manifestación y promoción del voto útil convencer y obtener el apoyo de los ciudadanos que estaban inconformes con el Partido Revolucionario Institucional logrando esto el triunfo del candidato panista con el 42.5% de los votos contra Francisco Labastida (PRI) 36.1% de los votos. Esta promoción del voto útil logró terminar con 71 años de gobierno priista. 

Es por ello, que a escasos días de la elección más importante de nuestro estado y en la encrucijada que se encuentra la situación actual del país en donde existe una gran división política social es obligación de nosotros los ciudadanos reflexionar sobre qué y quién es verdaderamente el voto útil. Es momento de que los candidatos que promueven sin ton ni son que ellos son el “voto útil” dejen sus intereses personales y partidistas por un bien mayor. Es momento de hacer un llamado a la responsabilidad cívica de nosotros los ciudadanos y concurrir a votar, pero también hacer una reflexión sobre la emisión de nuestro voto. Recordemos, concurrir a votar es la máxima expresión de la responsabilidad cívica.

Ariadne Morales Arce es Licenciada en Derecho y estudiante Maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Guadalajara.
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Ilustración por: Estibaliz Guerrero (@steve.inuniverse).

Calep Pimienta
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A escasas semanas de las elecciones, las dudas sobre qué es lo que se vota, quiénes son las opciones y qué proponen, abundan dentro de una marea de difusos mensajes políticos y uno que otro escándalo de las candidaturas. A esto se le suma un contexto de polarización que ha sido aprovechado por algunos bloques para alarmar al electorado exigiéndole salir a votar de forma útil, ya sea para consolidar la transformación o bien, para hacer una oposición.

En un marco tan confuso como este cabe hacer algunas precisiones. La oferta electoral (tan sólo en Jalisco) es la siguiente: elegimos a 125 presidencias municipales acompañadas de 125 sindicaturas y un total de 1,481 regidurías (por mayoría relativa y representación proporcional), también votamos por 20 congresistas locales y, en consecuencia, 18 diputaciones plurinominales. Por último, en la entidad elegiremos 20 diputaciones federales y nuestros votos serán contados para la distribución de 10 de los 200 escaños proporcionales a nivel nacional.

Dicho esto, el presente proceso podría interpretarse dentro de la metáfora de una tiendita electoral a la que el electorado tendrá que entrar para elegir a una presidencia municipal, diputación local y diputación federal de entre 12 aspirantes por cargo, respectivamente. Ahora bien, muchas de las personas que piensan asomarse a la tiendita ya tienen una decisión por firme convicción, apelando a la ya conocida frase “más vale malo conocido que bueno por conocer”, sin embargo, hay otros dos tipos de personas cuando se trata de elegir -lo qué se quiere comprar-.

Por un lado, hay quienes saben que algo se les antoja dentro de la oferta que tiene la tiendita sin necesariamente saber la marca o contenido, así que terminarán yendo y sin más, van a tomar una decisión al momento: “lo menos peor”. Por el otro lado, nos encontramos con quienes no saben lo que se les antoja, pero tienen bien clarito que es lo que definitivamente no quieren y, en este sentido, su compra termina siendo una suerte de lo que conocemos cómo el voto de oposición o bien, un voto negativo.

Es así, el proceso de discernimiento para cada una de estas personas es completamente diferenciado y se sujeta a concepciones políticas-electorales muy distintas unas de las otras. A esto, se le suma la extremada complejidad que existe para garantizar un proceso democrático de elecciones que dentro de la competencia (es decir, un proceso definido por reglas claras para los contendientes), también garantice la competitividad (un campo de juego en el que todas y todos los competidores tengan las mismas oportunidades de ganar a pesar de las condiciones particulares que cada competidor (a) presente).

En este sentido, entrar a la tiendita electoral parece ser un desafío único en su tipo. La forma en que algunas marcas abarcan espacios, foros, medios y plataformas por sobre otras deja en una condición de opacidad al resto de opciones, por lo que el electorado se enfrenta al reto de visibilizar el resto de la oferta y provoca una compra por sobresaturación, que al no ser un ejercicio comparativo dista de ser un voto verdaderamente estratégico.

Este tema plantea con claridad los problemas de desinformación a los que nos enfrentamos como electorado para lograr apreciar a las marcas más allá de sus empaques y peor aún, para hacer rendir cuentas una vez elegida una opción y puesta en marcha dentro del gobierno. La mejor opción para este 6 de junio es un voto informado, uno que se anime a entrar a la tiendita electoral para romper con los clásicos compradores. Ahora sí, cabe preguntarse entonces: ¿qué persona que va a la tiendita soy?

Pd: En un ejercicio de transparencia y visibilización de las opciones para las presidencias municipales (además de sus regidurías y sindicaturas) en Zapopan, Guadalajara, Tlaquepaque, Tlajomulco y Tonalá; Transversal ha realizado un sitio donde podrás encontrar el perfil de las candidaturas y sus propuestas bajo un análisis con base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, género y covid-19. Conoce más sobre este esfuerzo en el siguiente enlace: https://www.boletatransversal.com/

Calep Pimienta González es Politólogo por el ITESO y colaborador en TRANSVERSAL.
Twitter: @CalepPimienta

Iván Rodríguez
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¿Tus ingresos son mayores a $7,285.00 y trabajas menos de 44 horas a la semana? Si tu respuesta es sí, tu salario por hora es superior al promedio del Estado.

En un inicio dudaba sobre la obtención de estos datos por medio de los microdatos del Censo de Población y Vivienda del 2020 y es que si multiplicamos los $7,285.00 por los doce meses del año y lo dividimos entre la multiplicación de las 44 horas a la semana por las 52 semanas que tienen un año, obtenemos que el salario promedio en el Estado sería de $38.21 por hora, es decir, que vendemos 1 minuto de nuestra vida en menos de $1.00 y olvidemos las comparaciones con otros Estados de la Republica, países y cualquier otra dimensión geográfica y territorial que se te ocurra, en lo personal sé que los jaliscienses somos capaces de ser lo suficientemente productivos para lograr intercambiar un minuto de nuestra vida por un peso, por lo que espero que esta reflexión impacte en cada uno de nosotros para concentrarnos en lo realmente importante que es el intercambio de nuestro tiempo por ingresos y no solamente deslumbrarnos con una cifra nominal de varios ceros al mes, porque aquellos que perciben más que el promedio, laboralmente pueden estar peor debido a que trabajan hasta 60 u 80 horas a la semana y su minuto de vida vendido puede ser inferior al que trabaja únicamente 20 horas a la semana y percibe un pago mensual menor.

Por supuesto que para determinar si nuestra situación laboral es la idónea tenemos que tomar en cuenta variables cualitativas y externas al intercambio del tiempo por dinero y debido a dichas variables muchas veces aceptamos un salario inferior al que consideramos “justo”, pero es un tema para otra ocasión, además de ser interminable debido a que cada uno de nosotros tiene prioridades y necesidades muy distintas.

Regresando al estudio cuantitativo de la situación laboral en el Estado, decidí corroborar lo que obtuve con otras fuentes de información, en este caso preferí hacerlo frente a lo reportado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) debido a que es un reporte de actualización mensual y externo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que es el encargado de realizar los Censos de Población y Vivienda y lamentablemente los resultados encontrados fueron similares. El IMSS reporta el número de empleados dados de alta por rangos de salarios mínimos que de acuerdo a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) es de $141.70 por día, es decir, de $4,251.00 al mes y el promedio del salario estatal de acuerdo a datos del IMSS se encuentra en el rango entre 1 y 2 salarios mínimos, es decir, entre $4,251.00 y $8,502.00 mensuales, por lo que el promedio obtenido del Censo es congruente.

Dentro del Informe interactivo, podemos ver que el sector con el mayor salario promedio corresponde a “Servicios profesionales, científicos y técnicos” con $12,849.33 al mes, seguido por los “Corporativos” y los “Servicios de salud y de asistencia social”, mientras que los sectores con los salarios promedio menores son, en último lugar “Otros servicios excepto actividades gubernamentales” con $5,855.46 al mes, seguido por “Agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza” y los “Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas”.

Referente al salario promedio por municipio Zapopan ocupa el primer lugar con $10,902.01 al mes, seguido por El Grullo y Tlajomulco de Zuñiga, mientras que San Sebastián del Oeste ocupa el lugar 125 (es decir, el último) con $3,781.91 al mes, seguido por El Limón y Mazamitla, tanto San Sebastián del Oeste como El Limón tienen un salario promedio inferior al mínimo y como dato alarmante Guadalajara ocupa el lugar 118 de la lista con un salario promedio de $4,787.79 al mes.

En Zapopan los sectores mejor pagados son los “Servicios profesionales, científicos y técnicos” con $20,137.21, seguido por los “Servicios financieros y de seguros” con $18,923.61 y los “Corporativos” con $17,333.33 al mes. En San Sebastián del Oeste el sector mejor pagado son los “Servicios educativos” con $7,653.00, seguido por las “Actividades legislativas, gubernamentales, de impartición de justicia y de organismos internacionales y extraterritoriales” con $7,147.44 y la “Información en medios masivos” con $7,016.67 al mes. En Guadalajara el sector mejor pagado es la “Generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos al consumidor final” con $12,200.00 al mes, mientras que los “Servicios de esparcimiento, culturales y deportivos, y otros servicios recreativos” son el peor sector con un pago mensual de $2,630.00, ojo, aunque el salario es menor al mínimo puede ser válido si los servicios fueron prestados por honorarios.

Recordemos que el Censo de Población y Vivienda se realiza (como su nombre lo indica) por vivienda, no por empresa, por lo que los salarios promedios por municipio corresponden a la situación laboral de las personas y no de las actividades productivas del municipio, es decir, si una persona vive en Guadalajara, pero trabaja en otro municipio e inclusive otro Estado su situación laboral se ve reflejada en Guadalajara.

Es necesario reflexionar la situación de manera personal y actuar de acuerdo a nuestras necesidades, prioridades y búsqueda de oportunidades, mientras que a niveles agregados, los sindicatos laborales, empresariales y niveles de gobierno deben actuar en mejorar la situación laboral en los sectores vulnerables a salarios promedios bajos, sin descuidar aquellos sectores fuertes, una de tantas formas de lograrlo es por medio de la innovación, creando sistemas de blockchain o utilizando programación de Machine Learning y posicionamiento web para acelerar la producción, prestación de servicios y/o exportación de dichos sectores. Jalisco se denomina la capital de la innovación en América Latina y es momento de seguir demostrándolo, el gobierno generando las condiciones óptimas para el desarrollo de las empresas, las mismas capacitando y contratando a personal especializado y la ciudadanía creando un crecimiento personal a través de la educación, trabajando juntos como el gran Estado que somos.

Iván Rodríguez es Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara, actualmente labora en la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco.
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